Rahul Karunakar - Agencia Reuters
Las perspectivas de crecimiento para la aún inestable economía global se están reduciendo mientras se extiende la desinflación, dificultando que los bancos centrales dejen atrás sus agresivas medidas de estímulo, reveló un sondeo de Reuters. La reciente ola de ventas en los mercados financieros, respaldados durante años por la liquidez de los bancos centrales y otras medidas de estímulo, ha puesto en primer plano los riesgos que supondría otra desaceleración en la zona euro para el crecimiento mundial.
De hecho, el mayor peligro para la economía mundial el próximo año es la deflación u otra recesión en la zona euro, seguida de cerca por el riesgo de un crecimiento más lento en China, según sondeos realizados la semana pasada a nivel global. La zona euro está estancada en un escenario de débil crecimiento e inflación, incluso con Alemania, su principal miembro, cerca de la recesión, y con los precios cayendo en Italia. La economía global crecería el 3,1% este año, bastante estable comparado con 2013. Pero la estimación de un crecimiento del 3,6% el próximo año fue rebajada desde el 3,7% previsto tres meses atrás y es inferior, incluso, a la proyección del 3,8% recientemente recortada por el Fondo Monetario Internacional. Los últimos meses han estado marcados por una fuerte caída de la inflación en muchas economías. El alza en los precios al consumidor en muchos casos ha sido inferior a los objetivos de estabilidad fijados por los bancos centrales.
Los precios subirían de forma tibia en la mayoría de los países sondeados, incluida la zona euro, donde la inflación se ralentizó a un peligrosamente bajo 0,3% en septiembre.
Los rendimientos del referencial Bund alemán han caído en los últimos días bastante por debajo del 1%, hasta nuevos mínimos de récord. Aunque el Banco Central Europeo (BCE) dejó la tasa de depósito por debajo de cero y ofreció créditos baratos a los bancos para que presten dinero a las empresas, casi la mitad de los 27 economistas que respondieron una pregunta adicional dijeron que estas medidas no ayudarán a que suba la inflación. Esto deja poco margen de maniobra para el BCE. Dieciocho sobre 21 economistas dijeron que si el BCE no decide comprar deuda soberana, como la Reserva Federal de Estados Unidos y el Banco de Inglaterra, lo hará probablemente en junio del próximo año.
Como en los últimos años, se espera que la economía de la zona euro vaya rezagada en comparación con sus pares occidentales. La proyección es que Estados Unidos lidere el camino, pero el panorama de la inflación fue rebajado de forma radical en la última encuesta. La fortaleza del dólar también está afectando a las expectativas sobre la inflación estadounidense. El crecimiento lento no es solo una preocupación para las economías desarrolladas. Importantes naciones emergentes como Brasil están luchando también para reactivar sus economías, que no han podido volver a las tasas de crecimiento anteriores a la crisis financiera de 2008-09.
Las economías latinoamericanas se enfrentan a años de débil crecimiento y volatilidad de los mercados, según un sondeo que mostró otro duro recorte a las proyecciones de crecimiento en la región. Por si fuera poco, las compañías chinas están en vías de recortar el gasto en capital en cerca de un 7% este año, su mayor reducción anual desde la crisis financiera global. Esto subraya el reto que enfrenta China en la contención de la desaceleración económica, que se espera sea este año su peor en 24 años y que se ha visto agravada por un mercado inmobiliario en caída.